Vivimos en un sistema inteligente, no sólo conectado, que responde a nuestra intención, a nuestras emociones y deseos más profundos…
Lo que vemos fuera de nosotros no es sino una representación física de todo lo que está dentro de nosotros…
Si aprendiéramos a leer el exterior conseguiríamos llegar a leer nuestro interior…
Vivimos en un libro abierto, en un libro que nos habla de nosotros, de nuestros deseos más profundos, de nuestro inconsciente…
Todo, todo lo que sucede a nuestro alrededor forma parte de nosotros…
Desde la luz con la que se levanta el día, hasta la gotera de nuestra casa, pasando por el tipo que nos quitó el aparcamiento, o el otro que nos ameniza con una música callejera un duro día de trabajo…
Todo forma parte de esa red inteligente cuyo origen se encuentra dentro de nosotros… leamos… sí, pero leamos el libro de nuestra vida…
Leamos las señales…
Observemos cómo estamos, qué nos dice el exterior…
Qué nos hace sentir cada persona que se cruza con nosotros, cada situación que vivimos…
Así estaremos realmente leyendo lo que ocurre dentro de nosotros…
Y así, de esa forma, podemos tener acceso a ella…
Porque aquí tengo que daros una buena noticia…
Este sistema inteligente tiene doble sentido…
Podemos actuar de dentro hacia fuera pero también ¡¡de fuera hacia dentro!!…
Si, por ejemplo, conseguimos coger las riendas y que esos obreros que nos dan largas y nos hacen mal el trabajo nos arreglen esa gotera, poniéndonos en nuestro sitio, seguramente estaremos sanando ese patrón antiguo que nos impedía ponernos en nuesto lugar… : se arregló la gotera de nuestra casa… y la de nuestra alma…
No se trata ahora de cambiar al otro…
No, es cambiar uno mismo frente al otro, frenta a cada una de las situaciones que vivimos, haciéndonos cargo, nosotros, de cada una de ellas…
Porque, si pedimos a otra persona que se encargue de esa gotera… la gotera, esa, u otra, volverán… inevitablemente…
Porque no hemos sido nosotros quien nos hemos hecho cargo de ella…
Así, sencillamente…