Estamos viviendo una era convulsa, en la que todo parece estar del revés…

donde la sombra no está sino comenzando a hacerse consciente…

todo, en breve, aparentemente empeorará…

no temáis, mantened siempre la paz y la calma en vuestros corazones,

porque es necesario hacer consciente lo inconsciente para que sane.

En esta era todos los conflictos no resueltos saldrán a la luz,

en una bella oportunidad que os volvemos a dar para sanarlos…

Es vuestra decisión ya la de comprenderlos,

aceptar y amar vuestra sombra,

o la de seguir luchando contra ella.

Os recuerdo que no es necesario sufrir,

y, que lo que veis, no es sino el reflejo de vuestra sombra…

No aceptarla no la sanará…

Tened fe, paciencia, confianza y amor…

escuchad la voz de vuestros corazones,

y seguid las voces de vuestros ancestros…

escuchad la palabra de la «nueva era»,

porque os ayudará a comprender con vuestras mentes actuales

cientos de cosas que ya se dijeron desde la antigüedad,

pero que por vuestras culturas no erais capaces de asumir…

Es el momento de parar y tomar un respiro,

de comprender realmente cómo funciona la vida,

las leyes del universo, la mente, las emociones, la energía…

Porque sois eso, energía vibrando a baja frecuencia que se ha materializado,

pero tenéis todo un potencial infinito de crear vuestra realidad…

Un potencial ya conocido desde el inicio de los tiempos,

pero que se ha ido tapando y negando por el interés de unos pocos

en hacerse con el control del Universo…

Creían que si, en lugar de aceptar ese poder en todos, lo reservaban al conocimiento de unos pocos, controlarían todo…

Ahora es el fin…

Sí, es el fin de una era de control,

pero antes hay que sanar todo aquello que durante siglos quedó sin sanar…

Almas rotas en pedazos, pactos, secretos, culpas, rencores, venganzas…

Es el momento de soltar todo eso que os impide avanzar en el camino de la felicidad, en el camino del amor…

Es el momento de dejar de luchar, y de empezar a amar,

de empezar amándoos a vosotros mismos…

de mirar al mundo de forma crítica, con otros ojos,

alejándoos de los paternalismos, del victimismo, de la prepotencia de creeros más que el que tenéis enfrente…

Es el momento de mirar al otro y «verle», y reconocerle por QUIEN es y no por «lo que es»…