Deja, por unos días, de ver al otro como un enemigo…
Deja de verlo como alguien que te molesta… y busca algo de cada uno que seas capaz de amar… y aférrate a ello durante un tiempo…
Es el comienzo del camino…
Ama hasta a quien te duela amar…
Deja a un lado el rencor y el odio, y prueba, un tiempo, a poner en práctica, desde tu corazón, este ejercicio…
Verdaderamente, poco tienes que perder pero sí mucho que ganar.