Brillar con luz propia es posible

Gracias, si, en este punto, estás dispuesto realmente a ser el MOTOR del cambio, de la verdadera transformación de la humanidad, de forma consciente, y en tu día a día…

Y cuidado, que no te estoy hablando de realizar grandes hazañas, ni grandes eventos, ni de ahora salir al mundo como un salvador… para nada, es más, si piensas que esto es así, te invito a ti también a que vuelvas a comenzar a leer, porque, tristemente no has comprendido aún la verdadera esencia de estas palabras…

Si lo que es arriba es abajo, nadie es más que nadie, ni nadie está aquí para “salvar” a otros, ni para creerse más, ni tener seguidores ni adeptos que lo sigan a todas partes, como borreguitos que no encuentran el camino…

No…

Amigo mío, no…

Eso es una trampa, del famoso y tan controvertido “Ego”, del creerse “Dios”, del creerse poderoso, del creerse más que otros…

Por ese camino no llegarás realmente a realizar el cambio…

Porque ¿sabes una cosa? Si haces eso, lo que estás haciendo es creer que tienes luz y además impedir que otros enciendan su propia luz…

Cuantos más adeptos y seguidores que “dependan” de ti, más luces apagadas sin luz propia habrá… y más bajará la luz del TODO… y por tanto de la humanidad…

Y entonces conviertes tu “doctrina” en un agujero negro de luz… impidiendo la evolución real de la humanidad, retrasando lo que tiene que venir…

Este es el motor de las sectas… grandes y pequeñas… de los falsos maestros que desean adeptos…

Enciende tu luz, y permite que todos los demás enciendan la suya propia… ayudándoles, sí, pero jamás hagas a nadie dependiente de tu luz… jamás…

No te conviertas en un pozo negro de luz, y no entres tú tampoco en relaciones y estructuras que no te permitan brillar con luz propia… aléjate firme, y decididamente de todo agujero negro de luz, y, sobre todo, no crees tú un nuevo agujero negro de luz…

Estate atento para, cuando estés cerca de uno de ellos, ser más fuerte, y que los puntos que aún no brillen por sí mismos te vean… vean que es posible…

Muéstrales que es posible brillar con luz propia, ofréceles tu ayuda si así es preciso, pero jamás… jamás los hagas dependientes de ti…

No les cambies de agujero negro, permíteles que brillen, porque cuantos más puntos brillen, más brillarás tú también…

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